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EU
RODA I
Fruta negra en un vino con carácter que mantiene la frescura de la fruta.
Roda I está ensamblado por los pagos que ese año han madurado con la sensación de fruta negra. La fruta negra, honda, casi siempre dominada por la ciruela, acompañada de notas minerales, chocolate, sensaciones balsámicas, forman un todo que va fluyendo lentamente desde lo más profundo de la copa hasta hacerse enorme al entrar en la nariz que lo espera. En boca, el volumen se hace patente, la complejidad frutal envuelve suavemente el espacio bucal notándose los taninos abundantes y fundidos. El vino se alarga marcando el recuerdo por vía retronasal cada vez que se respira. Perdura una sensación de fruta y de frescura que invita a continuar bebiéndolo.
Cata
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PEÑÍN
94
PARKER
92
GOURMETS
97
PROENSA
99

AÑADA CLIMATOLÓGICA

El año del mildiu. 627 mm. de precipitación. 384 mm. se recogieron en primavera y solamente 5 mm. entre Julio, Agosto y Septiembre.

Ataque de mildiu generalizado en toda la región durante la primavera e inicio del verano que menguó la cosecha. Maduración extraordinaria con tiempo seco y soleado. Vendimia tardía, producción muy escasa y de muy buena calidad.

INFORMACIÓN TÉCNICA

Variedades:

100% Tempranillo.


Viñedo:

Más de 30 años. 1,5 kgs./cepa.


Vendimia:

Del 12 de Septiembre al 9 de Octubre.


Elaboración:

En tinas de roble, con temperatura controlada.


Crianza:

En barricas de roble francés. 50% nuevas y 50% de un vino. 16 meses en barrica y 30 meses en botella.


Embotellado: 

Junio 2009.


Estabilización:

Por métodos naturales; clarificación con clara de huevo.


Alcohol:


14,5% Vol.


Presentación:

Cajas de madera de 6 botellas.


Formatos:

Botellas de 50 cl, 75 cl, 1,5 l, 3 l y 6 l.

CATA

Color:

Rojo profundo con fondo picota y ribete rojo. De capa media-alta.


Nariz:

Muy intensa y fina, con oleadas de frescura típica de las añadas atlánticas en Rioja Alta. En el impacto de esas olas de aromas se alternan sensaciones de fruta roja y negra, cereza y ciruela. Aparecen detalles minerales y de especias finas y frescas.

Se siente la sensación de un paseo bajo el bosque entre la hojarasca y el fondo de tierra húmeda y al mismo tiempo recuerda la mineralidad, el cacao y la ciruela habitual en los RODA I.


Boca:

Elegante, delicado y con buen volumen que permanece a lo largo de la boca haciéndose eterno. El tanino es de seda.

La fruta, muy compleja y especiada acompañada el paso de boca y termina rompiendo en una explosión de frescura.

Quedan tras beberlo, finísimos aromas de la fruta, el bosque y la tierra que recuerdan un año de primavera lluviosa y verano frío, con un buen otoño capaz de firmar una de las mejores añadas atlánticas que hemos elaborado.

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